jueves, 16 de mayo de 2013

Blogcoop



Bogotá D.C., 01 de octubre de 2013.


¿QUÉ PODRÍAMOS APRENDER DE LA “CRISIS” DE SALUDCOOP?

Gabriel Restrepo: panorama de la investigación realizada para el CIEC


          En el último lustro, SaludCoop pasó de ser la Empresa Prestadora de Salud insignia de los éxitos del modelo de salud pública iniciados con la Ley 100 de 1993 – porque sin duda fueron excepcionales-  a convertirse en una suerte de chivo expiatorio, en parte para ocultar la ineficacia del FOSYGA, el desborde de las tutelas, las sangrías por corrupción de arriba y de abajo y,  en general, el agotamiento del modelo por ausencia de equilibrio en la célebre fórmula de Adenauer: “Tanto Estado como sea necesario, tanto mercado como sea posible”.


Constituida en 1994 como la mayor apuesta del movimiento cooperativo,  con grandes y pequeños accionistas del sector y  con un capital suscrito de 2.354 millones,  evolucionó hasta alcanzar  un  patrimonio de 555 mil en diciembre de 2010, justo cuando estalló la “crisis”. Desde entonces, el patrimonio ha perdido valor de semana en semana, pues al ser tratada de modo injusto como foco de escándalo decreció la  confianza y la imagen pública de  una entidad que había crecido de modo sostenido en integración vertical (inclusión en la EPS de la producción o prestación más eficiente de insumos allí donde pudiera obtenerse una gran economía de costos, por ejemplo laboratorios con la mejor tecnología, lavanderías y demás, compras de otras EPS) y de expansión horizontal (cobertura en ciudades intermedias nunca ante alcanzada por ninguna entidad pública o privada) y con óptima calidad de atención (hotelería, prontitud de citas, excelencia del personal de ciencias de la salud, eficiencia administrativa).
¿En qué consistió el problema? Al detectarse una temporal iliquidez debida a la ineficiencia de FOSYGA en el giro de los repagos, salió  a la luz un desvío de algunos recursos a inversiones no autorizadas en función de la destinación específica, ante todo en acciones en países distintos a Colombia,  sin detrimento patrimonial ni dolo,  sin duda producto de errores de gerencia debidos al mismo éxito, pero potenciados por otras acusaciones sin fondo y malintencionadas como la de ser propietaria la EPS del complejo turístico Villa Valeria, que es de algunos propietarios individuales y de ningún modo  de la EPS.  Esta noticia fue activada por los noticieros para convertir a la EPS en muestra de despilfarro e indiferencia frente al dolor de la población presentando a su gerente con el lema de fondo: “vida de ricos”.
¿Los detonantes? Cuerpo de elefante, cabeza de ratón. La organización de la  salud pública que intenta curar con placebos el dolor colectivo de la población, en no poca medida causado por la misma inequidad, nunca ha sido ejemplar. De la caridad en la Colonia a un modelo hospitalario francés republicano mal financiado por impuestos al licor y al azar y a veces en deuda con personajes como don Pepe Sierra que prestaba con pingüe ganancia sus dineros para el pago de funcionamiento, se ensayó con la ley 100 de 1993 conjugar la libertad de competencia de las EPS con un sistema de control ineficiente, la Superintendencia, y con uno financiero, el FOSYGA, lento y moroso. Ahora bien, en lugar de concentrar el problema estructural de la salud en la ineficiencia de estas dos entidades, como en el caso del marido que descubrió a su mujer con otro en el sofá, la solución fue salir del sofá: culpar a SaludCoop. Ya el gran ciclista Cochise Rodríguez acuñó hace tiempo una frase clásica: “En Colombia la gente se muere más de envidia que de cáncer o de infarto”. Detrás de un sensacionalismo calculado de los medios de comunicación, el mismo que viene desde El Carnero de la Colonia, no es difícil descubrir  envidias ladinas de muy distintos flancos, debidas al resentimiento, entre otras razones por el liderazgo de un hombre como Carlos Palacino Antía, “hombre fuerte huésped o centro del rey en el pequeño Palacio cuya ánima se defiende del peligro con valentía”, según la etimología de sus nombres y apellidos, un hombre de clase media hecho por sí mismo con humildes estudios en La Salle, Santo Tomás y otras universidades como actuario, economista, administrador y con especialización en seguros. A la envidia personal se añadió la envidia por el éxito de la EPS, proveniente de hospitales, otras EPS, médicos, industria farmacéutica, medios de comunicación resentidos porque no se pautaba en ellos y un largo etcétera.
En un país con una de las inequidades más altas del mundo debida a la fusión del poder económico con el político y el mediático y a la insignificancia del poder académico, no es de esperarse que el derecho sea expresión cabal de la justicia. En cualquier parte del mundo el derecho ha sido precedido por la violencia, sustentado por el poder, pero en una democracia con mayor equidad la diferenciación de los poderes y la valía de la sociedad civil establece controles siempre necesarios porque en ninguna parte se ha probado que la democracia sea el mejor gobierno posible, sino el menos malo porque permite criticarlo y cambiarlo. Pero aunque Colombia por cierto cambia y se reforma, en ciertas dimensiones y en especial en la justicia lo hace como el Conde de Lampedusa: “todo cambia para que todo siga igual”. 
En Colombia han hecho carrera dos deformaciones del derecho que podrían figurar en los records mundiales  de la injusticia. El primero fue la expresión del Coronel Ñungo como acusador en un tribunal militar en los setentas donde se juzgaba a presuntos terroristas acusados del atentado al General Quiñonez:
Más vale condenar a un inocente que dejar impune un crimen.
Los griegos nunca llegaron a tanto con la institución del chivo expiatorio, la víctima inocente destinada a aplacar las iras. Y aunque esta expresión no ha salido a lucir en el enjuiciamiento de SaludCoop en cabeza de su exgerente o de los socios, no penal, sino en la esfera del derecho administrativo público,  por parte  de la  Contraloría y la  Procuraduría, la siguiente frase no dicha, pero reiterada en los enfoques de la prensa, por ejemplo en la entrevista de Yamid Amad a la señora Contralora General de la República del día ocho de agosto de este año en El Tiempo, encierra de modo implícito el siguiente lema:
Todo sindicado y acusado es culpable mientras no demuestre su inocencia.
Porque además de equiparar el problema de SaludCoop con el de Interbolsa, sin duda para minimizar el impacto del naufragio muy doloso de la empresa privada, se esparcen aseveraciones tan falsas como persistir en hablar de la propiedad del campo de Golf, sindicar dineros de presencia de dineros del  narcotráfico e indicar que los antiguos dueños saquearon a la EPS, ocultando el carácter cooperativo de la EPS y de sus entidades asociadas.
SaludCoop cometió sin duda errores ante todo en los últimos cinco años y todos ellos apuntan a una causa única: perder la brújula de la firme identidad cooperativa y solidaria y personificar en un líder, por bueno que sea, un movimiento cooperativo. En cierto modo, pese al éxito de la EPS, la suerte quizás estaba echada desde el principio: el sector solidario se metió en la boca del lobo, en un modelo en el cual, para recurrir de nuevo a la frase de Adenauer, alterándola, había “tanto mercado como sea  posible y aún imposible  y menos Estado aún menos del mínimo necesario con tendencia a nada”. Ahora, cuando se transita a un nuevo equilibrio y se avizora un escenario de paz con una promesa de redención al campo, será preciso salvar y consolidar a SaludCoop como punta de lanza del movimimiento cooperativo que tiene mucho para calar con eficiencia y calidad en la Colombia profunda, ya que posee sedes en las malla de la mayoría de ciudades intermedias. 











Respuesta ante la noticia presentada por el noticiero CM& en la noche de ayer 26 de marzo de 2013



Por: Javier Andrés Silva Díaz


Bogotá D.C., 27 de marzo de 2013.


Apreciados lectores y entidades usuarias de servicios del CIEC.


Ante la noticia presentada en la noche de ayer por el Noticiero CM& referida a la supuesta solicitud realizada por la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional, para que el expresidente Ernesto Samper intercediera ante el alto Gobierno en favor de la E.P.S. SALUDCOOP, manifestamos lo siguiente:



1º. El Centro de Investigación y Educación Cooperativas CIEC de la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional aclara que lo mencionado por dicho noticiero es TOTALMENTE FALSO. Frente a la intervención de SALUDCOOP E.P.S., la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional no ha realizado ningún pronunciamiento ni ha pedido mediación de ninguna figura pública, menos aún, del Dr. Ernesto Samper Pizano.




2º. Frente a la noticia en cuestión, vale la pena agregar que su texto (adjunto a este mensaje) está colmado de errores e imprecisiones  tales como que la E.P.S SALUDCOOP cuenta con “accionistas”. Es cierto que las propietarias  de dicha entidad son empresas solidarias pero ostentan el calificativo de ASOCIADAS y no de ACCIONISTAS.





3º. Por último, es necesario que cada uno de los lectores que frecuentan esta página conozcan este comunicado y verifiquen el alcance dañino y mediático que muchos noticieros y periódicos realizan a diario, desde hace varios años, en contra de  SALUDCOOP E.P.S y, ahora, en contra de la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional de Colombia.





Cordialmente,



JAVIER ANDRÉS SILVA DÍAZ
Director
Centro de Investigación y Educación Cooperativas CIEC, IAC.
Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional de Colombia
Bogotá D.C.
COLOMBIA



NOTICIA PRESENTADA POR EL NOTICIERO CM& en la noche del martes 26 de marzo de 2013.


La cooperativa de profesores de la Universidad Nacional contactó al expresidente Samper para pedirle que dialogara con el alto Gobierno y llevara una propuesta «salomónica» sobre la intervenida EPS Saludcoop.

Los profesores de la Universidad Nacional quieren que la EPS se le entregue a las cooperativas que son accionistas de Saludcoop y que se excluya de todo proceso al expresidente de la entidad, Carlos Palacino. Al expresidente Samper le sonó la idea; es más, el exmandatario consideró que la propuesta es viable, teniendo en cuenta que la cooperativa de profesores de la Universidad Nacional reúne a profesionales de todas las áreas, que en su concepto pueden darle un nuevo rumbo a la EPS.

El expresidente Samper ya presentó la propuesta de los profesores de la Universidad Nacional ante el superintendente de Salud, Gustavo Morales, quien tiene la última palabra sobre el tema. Lo cierto es que el tiempo apremia.

La Superintendencia de Salud tendrá que decidir en la primera semana de mayo la suerte definitiva de Saludcoop.



INQUIETUDES DE UN COOPERATIVISTA


Por: Francisco de Paula Jaramillo

ME ENTERO DE LAS SANCIONES DE LA PROCURADURÍA A LOS DIRECTIVOS DE SALUDCOOP.

NO CONOZCO LOS DETALLES, PERO, A PRIMERA VISTA, UNO, QUE ES SUSPICAZ, VE EN EL ESCÁNDALO INICIAL QUE ARMARON Y EN LOS DOS AÑOS CORRIDOS SIN NINGUNA ACCIÓN DEFINIDA, ¿INCOMPRENSIÓN DEL COOPERATIVISMO O TEMOR FRENTE A SUS POSIBILIDADES?¿BÚSQUEDA HONESTA DE LOS ERRORES O CONJURA PARA DESBARATAR SUS REALIZACIONES?

POR EL MOMENTO, NO SE CONOCE NINGUNA ACUSACIÓN DE DESHONESTIDAD EN LOS DIRECTIVOS. A LOS MIEMBROS DE UNA JUNTA SE LES SANCIONA PORQUE NO ESTÁN EN LOS DETALLES DE LA ADMNISTRACIÓN. ¿QUÉ HAY O PUEDE HABER DETRÁS DE TODO ESE CONJUNTO DE ACCIONES MISTERIOSAS?

Medellín, 17  de marzo / 2013

Respuesta 1
Por: José Enrique Corrales Enciso
Doctor FRANCISCO DE PAULA JARAMILLO

Gracias por tu mensaje. Las preguntas que te haces nos las hacemos todos. Era  intolerable que nadie de Saludcoop hubiera sido sancionado por algo para justificar la intervención y las amenazas sin resultados.

Se nos sanciona por no conocer unas notas de contabilidad que sólo conoce la Contabilidad. 

Bogotá, 18 de marzo / 2013


Respuesta 2
Por: Javier Andrés Silva Díaz

Estimados lectores:

Sobre el mensaje expuesto por el Dr. Francisco de Paula Jaramillo a su vez comentado por el Dr. Corrales, Gerente de la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional, vale la pena profundizar en los aspectos relacionados con la intervención de SALUDCOOP y precisar la situación real de la entidad.

Estos mensajes tienen el propósito de generar conciencia en el sector cooperativo, sobre la forma en que el Estado ha actuado, irresponsablemente, en contra de una de las entidades más valiosas para los colombianos.

Nuestro propósito, con este BLOG, es facilitar una mejor comprensión de este fenómeno y motivar el pensamiento crítico y reflexivo entre nuestros lectores.
Cordial saludo,
 
JAVIER ANDRÉS SILVA DÍAZ
Director
Centro de Investigación y Educación Cooperativas CIEC


Marzo 20 de 2013

GESTIÓN DEMOCRÁTICA COMO PARADIGMA DE VENTAJA


Por: Javier Andrés Silva Díaz

Director Centro de Investigación y Educación Cooperativas CIEC


Entre las muchas y valiosas virtudes que el modelo de economía solidaria presenta, la democracia se ubica en un lugar privilegiado. Desde el comienzo mismo del modelo cooperativo, se optó por definir una estructura de trabajo participativa en donde todos los asociados tuvieran los mismos deberes, a la vez que representarán sus derechos por igual.


Una voz, un voto es tal vez una de las premisas más importantes de las empresas cooperativas, entendidas éstas como empresas de personas y no de capitales, como organizaciones de participación y como entidades democráticas.


La gestión democrática de las cooperativas debe entonces estar al alcance de todos los asociados. Ello se manifiesta en varias circunstancias. La primera, en el derecho que cada asociado tiene para elegir a sus delegados o a sus instancias directivas en la asamblea anual. La segunda, el derecho de ser elegido para representar en la instancia decisoria a los demás asociados. La última, no menos importante, la posibilidad de ejercer como directivo a través del Consejo de Administración o de los diferentes comités de apoyo que prestan servicios a la entidad.




Cuando hablamos de paradigmas de ventaja cooperativa, nos referimos entonces a todos aquellos elementos organizacionales que generan bienestar y calidad de vida para los asociados y que seguramente no se encuentran en todos los tipos de organizaciones existentes.



Son ventajas derivadas de la cooperación el hecho de tener empresas de personas y no de capitales, tener como único propósito la prestación de servicios, basar la gestión en valores y principios y, especialmente, mantener y desarrollar empresas sostenibles en los ámbitos sociales, económicos y ambientales.

La democracia como ventaja cooperativa también es posible cuando representa derechos para los asociados sin importar el monto de sus aportes o la cantidad de servicios utilizados. Solo basta para gozar de este privilegio ser asociado. Por ello, también es posible referirse a las empresas cooperativas como entidades de participación en donde las personas son valiosas por el simple hecho de serlas independiente de sus capacidades de compra, de negociación o de transacción.

Desarrollar la gestión democrática en cada entidad cooperativa es mantener la conciencia de la participación, especialmente en periodo de elecciones y realización de asambleas. También lo es actuar de forma continua en las diversas formas de participación cooperativa: la actualización del aporte social, el uso de productos y servicios, la asistencia a eventos sociales, culturales y educativos y, la participación en la administración, la gestión y la dirección.

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